Esto ya sucedió de Canadá a EE.UU. en el verano de 2018. Una visitante de Francia estaba corriendo a lo largo de la playa cerca de Vancouver que tiene frontera con EE. UU., no señalizada en la zona de la playa, y cruzó la línea divisoria.
La patrulla estadounidense de control de fronteras intervino y la detuvo por cruzar la frontera sin haber pasado por el puesto de control.
Les explicó que estaba visitando a un familiar que vive en la playa a tan sólo unos cientos de metros de la frontera y que había salido a correr. Los oficiales no hicieron una excepción: no llevaba pasaporte, había entrado en el país ilegalmente y le llevaron a un centro de detención en Seattle, a 300 km, a la espera de su deportación a Francia.
Sus familiares tuvieron que llevar sus documentos identificativos a Seattle, presentarse ante el juez de inmigración, que obligó a la persona a disculparse verbalmente por haber entrado en el país de forma ilegal, a pagar una multa y prohibió a la persona a entrar el el país durante 5 años, fue impartida una charla sobre ser consciente de lo que hay en los alrededores, amonestada por no llevar su pasaporte y sus billetes de vuelo de vuelta en todo momento.
Cuando se preguntó a la patrulla canadiense qué hubieran hecho si la situación hubiera sido la inversa, dijeron que le habrían indicado donde está la línea divisoria y pedido amablemente que no la rebasara.
No comments:
Post a Comment